De
la profunda tristeza, de las cenizas de la muerte, nace un universo repleto de
optimismo y reafirmación en la alegría de vivir. Esa es el retrato de El
Mundo Amarillo, la obra escrita por Albert Espinosa a raíz de su particular lucha contra el cáncer,
base e inspiradora de la exitosa producción de TV3 Polseres Vermelles. Encarecidamente recomendado por la señora Olé y
Guadalmedina, no podía dejar pasar la ocasión de tintarme la piel de amarillo,
interiorizar cada una de sus premisas y quién sabe si en el presente y futuro
hacerlas mías.
Lejos de ser una desgarradora radiografía en primera persona del cáncer y su subyacente lucha, El Mundo Amarillo resulta ser un libro en clave de autoayuda aplicable a cualquier situación y momento. La raíz y motivación de estos veintitrés mandamientos, número clave en la obra, se encuentra en la prolongada estancia de Espinosa en el hospital durante su enfermedad en la adolescencia. Los pelones, compañeros de días y noches del autor, sus aventuras por los pasillos y fuera de ellos, sus miedos y fortalezas entorno a la muerte, sus sueños libres de anclas, la sonrisa que brota antes y después de una operación, una sesión de radio o quimioterapia, inspiran éste anhelo de constante búsqueda de la felicidad.
Lejos de ser una desgarradora radiografía en primera persona del cáncer y su subyacente lucha, El Mundo Amarillo resulta ser un libro en clave de autoayuda aplicable a cualquier situación y momento. La raíz y motivación de estos veintitrés mandamientos, número clave en la obra, se encuentra en la prolongada estancia de Espinosa en el hospital durante su enfermedad en la adolescencia. Los pelones, compañeros de días y noches del autor, sus aventuras por los pasillos y fuera de ellos, sus miedos y fortalezas entorno a la muerte, sus sueños libres de anclas, la sonrisa que brota antes y después de una operación, una sesión de radio o quimioterapia, inspiran éste anhelo de constante búsqueda de la felicidad.
Tras
establecer el porqué de la escritura, la parte principal se centra en dar
rienda suelta a cada una de las enseñanzas, a modo de leyes, a través de
conceptos muy sencillos y cotidianos. Desde cómo afrontar el dolor, hasta
exprimir la última gota de la masturbación, pasando por la comprensión y
aceptación de uno mismo, la llegada del amor o el verdadero sentido de la
amistad son desarrolladas como temáticas. Para muestra un par de botones:
“Las noches te dan fuerzas para cambiar el
rumbo de tu vida. Tan sólo necesitas saber qué quieres cambiar y que el
amanecer no llegue pronto”.
“Uno es lo que es después de una paja… En
esos dos o tres minutos después de la masturbación aparece la verdadera esencia
de quién eres”.
De
ellas se evidencia un verdadero afán, cuasi enfermizo, por trasladar el
pensamiento al papel, elaborar listas de metas y gustos o escribir compulsivamente en un
diario. Como punto y final, descubrimos la identidad de los amarillos, esos
componentes que se harán indispensables en la renovada concepción del mundo, el
mundo amarillo. Los contrastes son una tónica general en el libro, siendo el
binomio vida-muerte el que más asombra. Sorprende, y hasta asusta, la
naturalidad con la que el concepto de muerte es tratado. Haberla mirado a los ojos tan de cerca supone que cada una de las páginas desborde valentía, entusiasmo y confianza en uno mismo. Además desanclan el deseo y el sueño del miedo constante a no conseguirlos.
De
hecho esa seguridad y efusividad que muestra el estilo del escritor hace que
haya fases de la obra que resulten excesivamente fantásticas y queden alejadas
de la realidad, o con un sentimiento agnóstico como en mi caso. La incansable
reiteración y en algunas ocasiones falta de contenido de algunas ideas
ensombrecen el trabajo. No esperemos encontrar un derroche de figuras
literarias ni frases que brillan por su belleza, el lenguaje es muy directo y
las narraciones muy ligeras. De hecho parece increíble que un libro superventas
se permita el lujo de tener, contadas, erratas ortográficas y deslices tan
sangrantes como el uso de bianual, definido como una vez cada dos años. Sin
duda, su lectura es un ejercicio más espiritual que puramente literario, y las
sensaciones que deja quedan a cargo de la subjetividad e intereses del lector.
Como
ya se comentó antes, El Mundo Amarillo ha sido adaptado
con gran éxito a la pequeña pantalla, primeramente por la televisión catalana y
más tarde por una de las principales cadenas privadas del Estado, lo que ha
relanzado la popularidad del libro. En la misma, cuenta con el propio Albert Espinosa en las tareas de
productor y guionista. No en vano, el barcelonense desarrolla en la actualidad
su labor no sólo como escritor (Todo Lo
Que Podríamos Haber Sido Tú y Yo Si No Fuéramos Tú y Yo o Si Tú Me Dices Ven Lo Dejo Todo… Pero Dime
Ven), guionista de televisión (La Sagrada Família, Buenafuente, El Cor De
La Ciutat) y cine (Planta 4ª, Tu Vida En
65’) y productor, sino incluso de autor de teatro, actor o director (Planta 5ª, en producción).
En
definitiva, un libro que rezuma vida, infinitamente admirable por la lucha que
conlleva, cargado de positivismo e ideas que ayudan a revitalizar nuestra
existencia, a relativizar y a darle importancia a lo que de verdad merece la
pena. No esperen florituras, sólo que brote el color amarillo en sus vidas.
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Ficha Técnica:
Título: El Mundo Amarillo.
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