29 de abril de 2016

Sentimientos Vacíos

La impotencia y la culpabilidad sacudieron vertiginosamente mi alma. Recostado en el sofá, mi conciencia había abrazado los designios de la solidaridad y la justicia.

Ajeno a mi vital transformación, las olas mecen un alma que pedía refugió a orillas de la costa.

2 comentarios:

  1. En una sociedad enferma la cordura es la locura, el abismo se precipita hasta colisionar con el horizonte y aniquilar el tiempo.

    Genial todo lo que escribes!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Encantado de que me leas! Gracias por tu lectura y comentario. Es un placer!

      Eliminar