2 de agosto de 2016

Caricias y Cuchilladas

Estremecen tus suaves caricias después de dejar un rastro de sangre y dolor. Reparan tus crueles cuchilladas que, con el tiempo, garantizan un instante de felicidad y levitar sobre la realidad. Gritan tus silencios cuando son capaces de iluminar al tedio en medio de la oscuridad, hasta aflorar de la nada una nueva oportunidad. Sosiegas la demencia frenética, la cual escondió el miedo evidente a querer ser y anestesió de podredumbre y mundanidad a los sueños con los que alguna vez fantaseé. El calor de tu mirada me congela y me abrasa el frío de tus palabras.
Aceleras el latido ante un simple roce de dedos, cargado de posibilidades marchitas antes de nacer. Congelas la respiración en una danza de cuerpos desnudos que escupe una mezcla de sudor ardiente y te quieros. Conviertes al surco de la última lágrima en el sendero de una flamante esperanza. A la sonrisa infinita la trasladas a los dominios de la muerte, pudres sus dientes, le das a probar el beso pestilente y reduces la alegría presente a un recuerdo en el olvido.
Vulgarizas la esencia genuina de la obra aclamada y unánime, mientras elevas a la categoría de maestría al instinto más repugnante.  Desprecias al rico que sólo sabe mirarse a sí mismo y lo castigas al merecido ostracismo. Al pobre le haces un hueco en tu mesa para compartir un poco menos que nada y planificar la estrategia de asaltar los firmamentos. Rechazas el olor a divino, aunque le pongas velas al milagro de fraternidad entre seres distintos. Críticas lo que por ignorancia es absoluto y no cejas en la ilusión de desnudar al desconocimiento. Le das sentido al desconcierto con el que nacimos.
Y así es como hacen el amor la verdad y la mentira, el todo y la nada, lo real y lo imaginario, el dolor y la alegría, la muerte y la vida. Así es como fundes en una sola palabra caricias y cuchilladas. Así me enseñaste a que soy un continuo contraste, ridículo, genial, torpe, valiente, tímido y, por ahora, de ti prendido. Vida.

31 de julio de 2016

La Superficialidad

La superficialidad no es una ilusión que
aspira a ser verdad. La superficialidad es una mentira
que a la luz de la verdad se convierte en una cuchilla”.
Anónimo Pensador

Comienza una semana como comienzan todas para Ana. Despierta envuelta en su delicado pijama de lino rosa y enciende su teléfono. Una sucesión de avisos y mensajes enloquece al aparato, iluminando el rostro liso de la joven. Contesta con una ráfaga veloz de clicks a las notificaciones procedentes de las redes sociales y con una aleatoria elección de emoticonos a los mensajes personales salvo a los de Ramón, al que, generosa, le dedica dos de ellos. En su fuero interno, Ana se siente satisfecha y sonríe.
Se encierra en el aseo durante una hora para someterse a una ducha, sesiones de cremas, alisado de pelo, maquillaje y perfume. Entre tanto, se ha enfundado en un vestido verde ajustado que le realza la silueta y deja entrever sus pechos. Se fotografía mirando el espejo desde un ángulo previamente estudiado. Cuelga la instantánea a la red acompañada de un mensaje que reza “A por la semana con energía y alegría”. Mientras devora una deliciosa tostada integral de queso de untar light y pavo bajo en sal, el teléfono móvil de Ana vibra sin cesar. Al otro lado de las vibraciones se agolpa un tumulto de conocidos desconocidos que sueñan con acostarse con ella, amigas que bendicen la apasionante vida de Ana y enemigas que se mueren de envidia por ser ella.

14 de julio de 2016

Perplejidad

Hacen que queramos la comodidad, la rentabilidad, la puntualidad y la productividad. Nos venden las maravillas de la neutralidad, la centralidad, la religiosidad, la simplicidad y la estabilidad, inculcándonos la incapacidad, la temeridad, la vulnerabilidad, la inferioridad y la debilidad.

Para cuando queramos despertar seremos juguetes de la vulgaridad, la fragilidad, la inhumanidad y, finalmente, la invisibilidad sin haber mostrado un ápice de perplejidad.

11 de julio de 2016

El Centro Del Hielo

Arde el bloque de hielo, se evapora la capa cristalina y se derrite la interna desconocida. Nubes transparentes se escapan ante la desesperación paulatina, entrelazándose con masas de negra mundanidad que forman tormentas de inquietud. Del vapor no queda constancia sobre su forma remota, ni tan siquiera si alguna vez la tuvo o existió. Ríos de vida muerta encharcan el suelo, atrayendo a su orilla a refinados señores y bestias salvajes. A lametazos le quitan la sed a sus instintos, sin preocuparse de que el fluido estancado alargue sus miserias o les arrebate toda condición.
Se apaga el incendio y el bloque, más pequeño, se alza con autoridad. No hay vapor, ni lluvias, los ríos han sido absorbidos, los cadáveres aumentan y no se conoce fuego que prenda. La película de hielo deja intuir tesoros encerrados en su interior: la materia prima jamás explotada, la virginidad eterna, el pensamiento sin ser palabra, la vida antes de nacer, una conciencia sin corromper, un corazón que no ha aprendido a latir. Exhalar un aliento cálido, picar las paredes heladas, masticar escarcha para llegar al centro del hielo.
Presa de las manos no merecedoras, la emoción y la felicidad se disipan rápido ante el estupor y la incomprensión. Han sobrexplotado la materia prima, no queda rastro de virginidad, el pensamiento se ha convertido en palabra imperfecta, ha nacido una vida, se ha corrompido la conciencia y el corazón late desbocado. Y mientras tanto, el centro del bloque de hielo se ha derretido al calor de las manos.

5 de julio de 2016

Cristales

De tanto sujetar el cristal, éste se rompió en mil pedazos que se incrustan en las carnes y desgarran el alma. En lugar de recogerlos y lanzarlos a los escombros del olvido, los cristales se esparcieron por los suelos y después volaron por el aire. Las calles se desangran, el miedo y el odio conviven en el reflejo, la piel se cubre de hierro y el silencio aprieta el cuello. En medio de la confusión, alguien aviva la hoguera con sangre para producir nuevos traslúcidos.
Al fin, el estruendo de cristales cesa. La calma sofoca el ambiente, se arrinconan los pedazos en un lado, las cicatrices se esconden y la voz emana como un temblor que se convierte en cotidiano. Y, entre tanto, alguien coloca otro cristal haciendo creer que podrá sujetar la paz.

30 de junio de 2016

Metamorfosis

La metamorfosis sacudió su alma y serenó su cuerpo. No se había convertido en otra persona, había descubierto que nunca fue quien creía ser.

26 de junio de 2016

La Ciudad De Los Vuelos

Cuenta la leyenda que en las tierras del sur se encuentra la ciudad de los vuelos. Todo comenzó en uno de los primeros días de verano de hace muchos años. El intenso calor asolaba las calles, convirtiendo a estas en desiertos de la humanidad. Los ciudadanos más pudientes escapaban a las playas de otras ciudades cercanas, mientras que los que menos tenían se refugiaban en sus casas desde que asomaba el sol hasta que se ponía por completo.

Ante la falta de clientela, los comerciantes se veían abocados a cerrar sus negocios durante el estío y abandonarse a la ruina. Por su parte, los trabajadores del campo sufrían la ferocidad del verano, agravado por la falta de lluvias en invierno y primavera. La fruta estaba seca y carecía de cualquier tipo de sabor, las cosechas eran escasas y se preveía que las próximas no merecieran tan siquiera ser recogidas. También los animales de las granjas padecían en su piel la sequía y la constante lluvia de fuego. El canto de los pajarillos se había apagado en busca de otros lugares.

24 de junio de 2016

Recovecos

Tan cerca que atraviesa la piel sin dejar herida. Tan lejos que se olvida entre los recuerdos. Se sumerge tranquila en mares de sangre, rastrea con emoción la tierra que albergó batallas perdidas y aspira el viento desconocido que le da la vida. Suaves olas mecen la fragata hacia islas desiertas en las que clavar su bandera y deleitarse con la fauna salvaje. Mientras tanto, el sol, que parece no agotarse nunca, baña la supuesta inmensidad.

Al cernirse la tormenta, se hunde la frágil embarcación y el miedo se apodera de la conquista. Encuentra refugios temporales en inhóspitos recovecos que albergan tesoros. La oscuridad y el silencio comparten espacio en cofres abandonados. Abrir o sellar; gritar o callar; saber o ignorar; huir o permanecer; saltar o caer. La disyuntiva pesa, la respuesta vuela y los recovecos se cierran. Y otra vez, tan cerca y a la vez tan lejos.

15 de junio de 2016

Blablabluf

Somos estúpidos, pero, aun así, entrañables. Aunque todavía se desconoce el verdadero motivo y haya multitud de controvertidas teorías, todos los seres hemos sido agraciados con una existencia. Según cómo se mire, esta puede ser más o menos interesante, dinámica, exitosa, divertida, vital o personal. Sin embargo, en muchas parece repetirse un rasgo común que se expande como una plaga: el esfuerzo por demostrar que nuestra existencia, por mísera que sea, es un circo de cinco pistas donde el ilusionismo, el espectáculo y las piruetas imposibles se suceden de forma magistral ante el asombro del público. Afortunadamente, aún conservamos intacta la elección entre pagar y aplaudir hasta que las ampollas pudran nuestras manos, o bien liberar a las desdentadas fieras e incendiar la fanfarria antes de que esta termine por desmoronarse y enterrarnos definitivamente.

31 de mayo de 2016

Infinita Nada

Siempre tuvo el mismo proceder: cuando tenía uno, quería otro y al tener ambos, deseaba otros tantos. Un día creyó tener tal cantidad inabarcable que fijó su anhelo en hacerse dueño del infinito. Aunque el gremio de expertos en aritmética y la cuadrilla de ambiciosos sin alma le advirtieron de los insalvables obstáculos teóricos y prácticos, no paró hasta conseguir su propósito.

Orgulloso de su hazaña, creía ver bajo su control un ente ilimitado que jamás nadie había ostentado. Mientras aún aspira a incrementar la ilusión despedazada, hace tiempo que en sus dominios sólo crece la infinita nada.